Un día antes del día de mínima sombra

Hoy a las 11:54:50 de la mañana la sombra que produjeron todos los objetos fue mínima. Mañana 27 de abril la posicion del sol en el cielo será la misma que la latitud de San Salvador. Este mediodia observamos a nuestra estrella justo en el cenit, el punto ubicado justo sobre nuestras cabezas- los rayos solares cayeron de manera perpendicular a la horizontal del suelo salvadoreño. Los postes de alumbrado público no generaron sombra, lo mismo sucederá el día de mañana 27 de abril. Observen la foto lateral, el tubo no genera ninguna sombra, lo mismo se puede apreciar en la imagen inferior se observa un marcador de pizarra tambien sin sombra.

El sol se encuentra casí en el centro del cielo, solo se encuentra a 0.30 grados del cenit, siendo que el sol tiene un diametro aparente de 0.50 grados, en la práctica la sombra al mediodía es indetectable.

Este hecho ocurre dos veces al año y sucede únicamente en los países que se encuentran entre el trópico de Cáncer y el trópico de Capricornio. En El Salvador, este día se repetirá el próximo 18 de agosto.

Desde el 27 de abril advertirá que la posición del sol estará cada día más al norte, iluminando aquellas ventanas de casas y edificios que están orientadas hacia este punto cardinal. Dicho movimiento aparente del nuestra estrella terminará el 21 de junio, cuando el sol alcance su punto máximo solar y comience su regreso hasta el 18 de agosto, fecha que nuevamente habrá mínima sombra, para luego observar el sol cada día mucho más al sur, provocando días más cortos y noches más largas.

Este movimiento aparente del sol sirvió para que el astrónomo griego Eratóstenes demostrara casi 200 años antes de Cristo la curvatura y el tamaño de nuestro planeta. La historia dice que Eratóstenes leyó un papiro en donde se describía que cercano al 21 de junio los pozos de la ciudad de Asuán no tenían sombra; es decir, el sol se encontraba justo en el cenit, tal como ocurrió ahora en El Salvador.

Eratóstenes, que conocía la distancia que había entre Alejandría, la ciudad donde residía y Asuán, pudo calcular la curvatura terrestre con solo medir el ángulo que produce la sombra el 21 de junio. Para ello utilizó una especie de reloj solar, en donde una pequeña asta le sirvió de marcador de la sombra. Al calcularlo, Eratóstenes consiguió un tamaño de 252,000 estadios que corresponden en la actualidad a casi 33,000 kilómetros, un error de un 17% del tamaño terrestre calculado en la actualidad.
1,500 años después este error llegó a las manos de Cristóbal Colon, haciéndolo pensar erróneamente que el planeta era mucho más pequeño de lo que él creía. El almirante de la mar océano moriría creyendo que lo que había descubierto el 12 de octubre de 1492 eran los lejanos territorios de China.