Nebulosa del Cangrejo

Sorpresivamente la noche del 4 de julio del año 1054 nuestra luna tuvo una estrella compañera, fue un evento extraordinario. Los observadores y astrónomos de ese entonces no habían observado ninguna brillante estrella en esa parte del cielo una noche antes; y de pronto, al día siguiente un nuevo astro brillaba mucho más que todas las estrellas del cielo.
Es como si un agricultor que conoce su jardín al cual visita diariamente un día de tantos se topa con un árbol adulto en medio de sus cultivos, evidentemente se preguntará como ha sido que este árbol ha crecido de la noche a la mañana en el centro de sus siembras.
Pues seguramente eso es lo que los astrónomos chinos del año 1054 se preguntaron, ¿que cosa ha ocurrido en los cielos? evidentemente la astronomía como ahora la conocemos no existía y seguramente los astrónomos llegaron a la conclusión que el extraño aparecimiento se debía a algún mal aguero que próximamente vendría.
En los textos medievales chinos dice lo siguiente "En el primer año del período Chin-ho, en la quinta luna, en el día Chin-ch´ou, una estrella apareció varias pulgadas al sur de Tien-Kuan (estrella ahora conocida como Zeta Tauri)...después de un año gradualmente la estrella desapareció."

En 1731 el físico y astrónomo aficionado John Bevis descubrió una pequeña nube en las cercanías de Zeta Tauri. No fue hasta 1942 que el Doctor W. Blaade consideró que una explosión estelar que había ocurrido unos 760 años antes de esa época era lo que Bevis habia descubierto. En poco tiempo varios investigadores se encontraron con varias crónicas chinas que relataban lo sucedido (j.j. Duyvendak) cerrando el capítulo del origen de la nebulosa, la cual con el tiempo fue apodada como Nebulosa del Cangrejo.
La sorpresa fue mayor cuando aparece una figura similar a lo que los chinos escribieron en el arte rupestre de los anazasi en el cañón del Chaco en Nuevo México.
¿Que había ocurrido?, una estrella había estallado, algo que actualmente se conoce como supernova! y los restos espaciales es lo que ahora vemos como una difusa nube.
Se observa fácilmente por medio de un telescopio de mediano tamaño, en la constelación del Toro, relativamente cerca de las 7 cabritas o pléyades. La fotografía que acompaña a esta entrada del blog es la imagen de la nebulosa del cangrejo, fotografíada por Toño Borgonovo miembro de la Asociación Salvadoreña de Astronomía desde San Salvador.