miércoles, 23 de abril de 2008

Banderas Astronómicas

Las banderas son algo más que piezas de tela, son manifiestos simbólicos que representa a un grupo de personas, una nación o una institución, y encarnan aquellos paradigmas históricos, religiosos, políticos o imaginarios que ostenta el colectivo.
La disciplina que estudia los símbolos se llama semiótica, y la vexilología es la rama encargada de estudiar el universo de las banderas. Su análisis parte desde el elemento material que la conforma. Este estudio toma en cuenta el color, dimensiones y franjas que componen las banderas, pero también analiza los mensajes que van implícitos.
Las banderas contienen mensajes con aquellos significados que las sociedades consideran especialmente importantes. “Dios, Unión, Libertad” o un escudo posicionado en el centro o periferia de la bandera le dice mucho a la vexilología, todos estos elementos toman parte importante para entender el discurso que se encierra bajo estos componentes gráficos.
Si observamos detenidamente las banderas de las naciones actuales notaremos que un buen número de ellas contiene una gran variedad de colores, las hay que poseen líneas, franjas y figuras geométricas. Pero también notaremos que un buen número contiene una enorme variedad de estrellas, soles y lunas.
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martes, 22 de abril de 2008

Las naranjas de Kepler

Johanes Kepler fue un astrónomo alemán que observó meticulosamente el movimiento de los planetas en el fondo estelar sin utilizar un telescopio y desarrolló tres leyes con las cuales se comprendió de una vez el movimiento de los mundos.
La primera ley de Kepler indica que los planetas giran en torno al sol, pero no lo hacen en círculos, sino en elipses –es decir, círculos relativamente más alargados, similar al perfil de un huevo- pero estos mundos no se mueven a la misma velocidad siempre; la segunda ley indica que cuando el planeta se encuentra en la posición más lejana al sol su velocidad en la órbita es menor que cuando se encuentra muy cercano a él.
Esta admirable y elegante descripción física no termina ahí, remata con un final digno de admiración: Kepler señala que el tiempo que un planeta toma en dar una vuelta alrededor del sol es proporcional al cubo de la distancia media que este mundo tiene con respecto al sol.
Estas leyes, las cuales tienen un carácter universal; es decir, aplicable a todo el universo, han servido desde hace casi 400 años para desarrollar todo nuestro mundo moderno. Se han enviado naves espaciales conociendo las leyes keplerianas. Sin embargo, a pesar de su gloria astronómica, Johanes Kepler también incursionó en otros campos, un poco más lejos de las estrellas y planetas, este campo nos parece un tanto exótico para los que nos acostumbramos al Kepler astrónomo, este es el mundo de las matemáticas.
Kepler dejó un problema que desconcertó a generaciones de matemáticos desde los años 1600, se llama el problema de las naranjas o el empaquetamiento de esferas.
De Naranjas a teoremas
En algún momento posterior al desarrollo de sus leyes astronómicas, Kepler investigó la constitución física de los copos de nieve, para luego interesarse en la organización de los objetos materiales en espacios tridimensionales. En ese contexto surge el problema, el cual parece sencillo a primera mano –generalmente todos los problemas matemáticos exageradamente difíciles aparentan una inocencia traicionera- y trata de la mejor manera de guardar naranjas o cualquier cuerpo esférico.
Kepler consideró que la mejor manera de guardar naranjas o esferas era colocándolas una sobre otras, haciendo una base cuadrada y asentando luego otras más arriba, a modo de formar una pirámide, tal como las vemos en las fruterías de supermercados.
Hasta ahí todo bien, pero si colocáramos esa pirámide en una caja cubica de cartón y tratáramos de ver qué tan efectivo es esa constitución contra el volumen de la caja notaríamos que tendría una eficacia de un 74% del volumen de la caja. ¿Que otras variedades y posibilidades hay para rellenar una caja de cartón de naranjas? Kelpler intentó con varias más, una de ellas es un cubo de esferas, así el empaquetado tendría una eficacia de 53%. En su búsqueda del empaquetado más denso finalmente aceptó que la mejor manera de guardar esferas era utilizando una disposición cúbica.
La afirmación que Kepler dejó a la historia tuvo que ser analizada por un sinnúmero de matemáticos los cuales trataron de demostrar si existían otras formas para empaquetar esferas, o tratando de demostrar matemáticamente que la afirmación de Kepler era cierta.
La densidad del empaquetado tiene implicaciones gigantescas en nuestro mundo moderno, en campos que tienen relación con la nanotecnología, cuando se trabajan materiales o se hacen construcciones de ingeniería a niveles moleculares, por ello era importante tratar de encontrarle una demostración adecuada a las esferas o naranjas de Kepler.
La respuesta llegó en agosto de 1998 cuando Thomas Hales, matemático de la universidad de Michigan, demostró al mundo científico que lo dicho por Kepler en donde indica que la mejor forma de empaquetar esferas es por medio de la figura cubica centrada y una figura hexagonal es cierta, con una certeza de un 99% de seguridad, lo que podría transformarse eventualmente en el teorema de las esferas de Kepler.
Hasta ahora, 10 años después sigue siendo una conjetura, hay un 1% que aun lo amarra a ese nivel. Los matemáticos son desconfiados.

domingo, 20 de abril de 2008

Cuando los oficinistas ven a Saturno

Imagine una vida pegada a una computadora, de ocho de la mañana a cinco y treinta de la tarde, con una hora de almuerzo. Todo el día enfrascado en problemas de oficina, que no hay grapas, que hay que enviar el reporte semanal, que tal cosa, que lo otro, que la base de datos, una vida que irá pasando hora a hora, mes a mes, día a día, años a años, sin otro interés que el buen funcionamiento de la empresa -para que sea rentable - sobre todas las cosas.
Pero un dia de tantos, al final de un viernes, luego de una semana de labores (que seguirá a otra semana exactamente igual a la anterior) alguien instala un telescopio en la azotea del edificio, y lo apunta a Saturno, por unos segundos cada ojo de cada ofinista que se pega al ocular del telescopio se llena de una esperanza que deborda más allá de las cuatro paredes del edificio, por unos segundos la gente entiende que hay otras realidades, algunas tan exóticas que parecen de cuento.
El lunes vuelven a lo mismo.

lunes, 14 de abril de 2008

Apellido de soltera

La influencia de la señora Angelina Stickney Hall, esposa de Asaph Hall (descubridor de las lunas de Marte) no pasó desapercibida para la ciencia astronómica, cuando las naves espaciales llegaron a las cercanías de Marte, las sondas descubrieron un enorme cráter ubicado en la luna Phobos, el cual fue bautizado con el apellido de soltera de la señora Hall. Todo por un consejo conyugal.
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martes, 8 de abril de 2008

El sol sigue calmo

Desde hace bastante tiempo nuestro sol no presenta manchas, creo que desaparecieron completamente hará un par de meses, justo cuando conseguí un filtro solar para mi Celestron 8", ahora he visto el sitio de SOHO, del satélite observatorio solar el sol esta limpio... pero como hemos anunciado hace algunos meses, ya comenzará a aparecer las manchas.
Otro espectáculo aparece con el filtro Hidrógeno Alfa...

miércoles, 2 de abril de 2008

Luz lejana

Hace siete mil millones de años una violenta explosión iluminó una enorme región del universo, a pesar de su potencia y brillo, el universo le resultó tremendamente vasto; a tal punto, cientos de miles de años después la onda expansiva siguió viajando en el espacio, sin que nada la detuviera.

En la época que la explosión sucedió nuestro planeta no se había formado; de hecho, nuestro sistema solar, incluyendo al Sol no había aparecido en la galaxia, fue hasta la semana pasada –el 18 de marzo- que la luz de la explosión nos alcanzó. Tan solo duró un par de segundos, lo suficiente para que el satélite espacial Swift detectara y fotografiara el remanente de su luz, ningún ser humano logró observarlo a simple vista este fenómeno, de haberlo hecho, tan solo observaría el encendido y apagado de una estrellita en el firmamento.

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