martes, 27 de enero de 2009

Llegó el 2009, el Universo es para que lo descubras

Hace 400 años un italiano llamado Galileo Galilei puso su ojo en un rudimentario telescopio y descubrió una realidad completamente distinta a lo que alguna vez pudo imaginar. Galileo no fue el primero en observar el cielo; antes que él, una indeterminada cantidad de sociedades se rigieron por salidas y puestas del sol -o por las fases lunares-.

Algunas sociedades batallaron según la posición de Venus en el horizonte, otros entraban en un trance religioso de acuerdo a la salida del sol y sacrificaban a sus cautivos extirpándoles el corazón con cuchillos de obsidiana. Antes de la modernidad, muchas ciudades se construyeron alineadas a los horizontes del equinoccio o de solsticio, nunca sabremos quién fue el primer humano que observó el cielo y se preguntó sobre las estrellas, pero la pregunta ha sobrevivido desde entonces, hemos visto muchísimo más lejos desde los antiguos tiempos, tenemos mejores y más sensibles equipos y se han enviado naves espaciales a los diferentes mundos, pero la pregunta siempre es la misma, ¿Qué es todo lo que nos rodea?

Que un italiano colocara un ojo en un telescopio parecería de poca importancia para nuestra vida diaria, si no fuera porque Galileo fue la primera persona que observó el cielo a través de un artefacto para magnificar los objetos y demostró a través de sus escritos y publicaciones que las ideas aristotélicas que habían sido tomadas como verdaderas por la iglesia católica y las monarquías religiosas estaban equivocadas. En esa época, desconocer las enseñanzas de la iglesia era considerado más que subversivo, y Galileo fue finalmente condenado por los religiosos católicos por considerar –entre otras cosas- que la tierra gira en torno al sol y no lo contrario, una idea concebida por Nicolás Copérnico medio siglo antes de que Galileo observara por medio de un telescopio.

La victoria de la iglesia contra la verdad natural descubierta y afirmada por Galileo fue temporal, a partir de entonces la realidad comenzó a observarse de otra forma, la razón y las pruebas objetivas fueron fundamentales para afirmar o desestimar algo, ante eso ideas religiosas comenzaron a corroerse ante el propio peso de las pruebas naturales, y es así como se desarrollaron otras visiones del mundo, ideas revolucionarias que nacen de resolver acertijos naturales como la evolución de las especies, la evolución humana, la genética, el estructuralismo o la física cuántica.

Debido a la importancia que Galileo observara el cielo hace 400 años, la UNESCO consideró a bien declarar el año 2009 como el Año Internacional de la Astronomía, que será un esfuerzo internacional para que la mayoría de personas en el globo terráqueo puedan tener un acercamiento personal con esta ciencia. El esfuerzo cuenta con el trabajo de promoción de cientos de astrónomos profesionales, observatorios, museos y planetarios en las sociedades que se pueden dar el lujo de tener uno cerca. Sin embargo, el esfuerzo por difundir el conocimiento del universo no descansará únicamente en los astrónomos profesionales, sino en miles de aficionados a la astronomía distribuidos en muchas ciudades en todo el mundo, cualquiera que tenga un telescopio puede abrir las puertas del conocimiento científico a su comunidad, la astronomía no sólo es observar el universo, es preguntarse por los mecanismos que hacen que las estrellas brillen o que los planetas rodeen el sol y el por qué hay vida en el universo, cómo se forma, evoluciona y forma inteligencia, el 2009 puede ser el brillante inicio para muchos niños, jóvenes y adultos que deseen dedicarse a la ciencia o al menos compartir el conocimiento científico, es la fiesta de nuestra humanidad.


Bienvenidos al Año Internacional de la Astronomía. Un Universo para lo que descubras.

(publicado en periódico El Faro , 5 enero 2009)

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