lunes, 20 de julio de 2009

El Hombre en la luna


Neil Armstrong puso su pie izquierdo en la fría y grisácea superficie lunar, con ello terminaron cuatro mil millones de años de soledad extrema; por primera vez, desde la formación de la luna algo se movió por su propia voluntad en la accidentada planicie. Antes de bajar de la escalinata del módulo Águila, dijo sus famosas palabras, “un pequeño paso para un hombre, un gran paso para la humanidad”, era las 15:17 horas del 20 de julio de 1969, a 300,000 kilómetros de ahí un mundo expectante estaba pegado a las pantallas de sus televisiones y celebraban con júbilo la maravilla de tener un primer humano caminando en la luna. Era el Apolo 11, Edwin Aldrin fue el segundo hombre en salir del módulo y andar por la superficie de nuestro satélite.
Desde 1969 hasta 1972 doce hombres caminaron por la luna, en una serie de misiones que fueron bautizadas con el legendario nombre de Apolo, solo una falló, la número trece, pero se transformó en el rescate más osado de la historia espacial. Luego del Apolo 17, las exploraciones a la luna fueron canceladas, en el ámbito de la guerra fría, las misiones ya habían conseguido ganar una batalla simbólica contra la URSS y los contribuyentes comenzaron a quejarse del costo de las misiones, NASA sufrió recortes de presupuesto, a tal punto que el programa Apolo se detuvo en el número 17, Apolo 18, 19 y 20 quedaron en papeles.

Posterior a las cancelaciones, las misiones espaciales cambiaron de rumbo,la tecnología se apegó a otras necesidades, en lugar de enviar naves al espacio, se diseñó un vehículo reutilizable, el cual de vez en cuando orbita por nuestros cielos: el transbordador espacial. Con él se construyó la Estación Espacial Internacional, una base en donde permanentemente permanecen personas en el espacio.
En estas cuatro décadas, Robots han logrado colocarse en Marte, varias sondas han llegado a la superficie de Venus y a la luna de Saturno, Titán, otros robots han entrado en la atmósfera de Júpiter, atravesado los anillos de Saturno, chocado contra cometas, descendido sobre asteroides y han salido del sistema solar. Podríamos decir que la exploración continuó a control remoto. Se habla de que antes del 2020, una nueva misión tripulada llegará a la luna, en un nuevo modulo llamado Orión, la tecnología puede ser muy moderna, pero los fundamentos de la técnica se basan en los antiguos modelos del Apolo de los años sesenta.

Esta semana la sonda espacial Lunar Reconnaissance Orbiter ha fotografiado en la luna los antiguos sitios donde los humanos descendieron hace cuarenta años, se observan las sombras de las plataformas de despegue de los módulos lunares, incluso es posible observar las huellas de un vehículo todo terreno que se movilizó por la superficie de nuestro satélite. Con el tiempo, incluso los viajes a luna parecen tan fantásticos que algunos inspirados en la teoría de la conspiración, aseguran que el proyecto Apolo fue un montaje, es la firma de la ignorancia moderna.

¿Que se ha obtenido de los viajes a la luna?, algunos tildan dichas exploraciones como pérdida de recursos, indican que el hambre, la guerra, las enfermedades son problemas reales, que deben de ser atacados inmediatamente por los gobiernos y no enviar hombres a recoger piedras a otros mundos. En realidad, estos problemas sociales merecen especial atención, pero la exploración científica y desarrollo tecnológico no puede quedar atrás, los avances en diseño, materiales y sistemas informáticos que se instalaron en las misiones Apolo, llevaron que en menos de una década la electrónica y la informática alcanzara tales niveles que se logró construir la primera computadora personal e iniciar el boom digital, de no haber ese desarrollo tecnológico, sería imposible obtener la vacuna de la fiebre H1N1, apostarle a la ciencia y tecnología es una inversión a mediano plazo.

En la luna han quedado las huellas de los astronautas, como nuestro satélite carece de atmósfera, nunca cae una gota de agua, ni una ventisca, lo único que podría remover las pisadas del humano en la arenisca lunar son esporádicos meteoritos que caen en un rango de un millón de años. No es seguro cuando el pie de un hombre o de una mujer vuelvan a tocar el suelo lunar, posiblemente en diez o quince años, ¿quien sabe?, quizás los cincuenta años del programa Apolo, se celebren en alguna árido y desolado paraje lunar.

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