sábado, 15 de diciembre de 2012

OTRA MENTIRA APOCALÍPTICA: EL CINTURÓN FOTÓNICO


Quienes inventan los rumores apocalípticos deben de tener una gran imaginación, la nueva mentira dice que la Tierra entrará en un cinturón fotónico el 21 de diciembre de 2012, algo totalmente falso, porque entre varias cosas, el mencionado cinturón no existe.


Pero, ¿los fotones existen? la respuesta es sí, el fotón es una partícula subatómica portadora de las radiaciones electromagnéticas, algunas de estas radiaciones las podemos percibir con nuestros ojos. Por ejemplo, la luz que proviene del Sol, de un bombillo eléctrico o de un fósforo encendido es radiación electromagnética conocida como luz visible.

Cuando la luz visible atraviesa un prisma o gotas de agua se descompone en colores y forman un arcoíris, notará que los colores del arcoíris se encuentran en una posición particular, no espere ver al rojo junto al violeta, los colores se encuentran separados de acuerdo a la longitud de onda. Pues la luz, a la vez que se comporta como partícula se puede comportar como una onda, la longitud de onda sería la distancia entre cresta y cresta de la onda (en el caso de la luz visible es entre 380 a 780 nanómetros)



¿Partícula y onda a la vez? Sí, ese fenómeno conocido como la dualidad onda-partícula es la unificación de dos grandes modelos de la naturaleza de la luz: El modelo corpuscular (fotones) y el modelo ondulatorio (ondas de propagación del campo electromagnético).

Pero existen otras “luces”, siempre formadas de fotones-ondas con la única diferencia que se encuentra en otras longitudes de onda, algunas más largas y otras más cortas, los físicos llaman al orden de estas radiaciones como Espectro Electromagnético.

No se asuste, aunque la palabra “espectro” se pueda parecer un tanto fantasmagórica, las radiaciones del espectro electromagnético es algo cotidiano, vivimos inmersos en campos electromagnéticos y no hay lugar del universo que escape de ellos. Nuestra tecnología electrónica utiliza las diferentes longitudes de onda de la luz para funcionar, por ejemplo, encender un radio receptor o una televisión.

Vamos por partes, si tomamos como punto de partida a la luz visible y su longitud de onda, encontraremos los rayos ultravioleta (UVA) en una onda más corta que la del fotón-onda lumínica. Los UVA solares hacen que su piel se enrojezca al exponerse a sus rayos, es el tipo de “luz negra” que usan en los bancos para verificar si los billetes no son falsificados.

Una longitud de onda más larga la luz visible tenemos a la radiación infrarroja, la cual se usa (entre otras cosas) en los controles remotos de los aparatos electrónicos, gracias a ellos puede cambiar de canal si tener que levantarse de su sillón. Más allá del infrarrojo, en ondas más largas tenemos las microondas (su horno microondas es un emisor de fotones que hace vibrar a las moléculas de los alimentos, generando calor y cocción) y la radio, que como ya dijimos es utilizada para la televisión y la radiodifusión.

Ondas más cortas que el UVA nos encontramos con los rayos X, cuando un médico le toma una radiografía utiliza un aparato que emite radiación X la cual traspasa sus tejidos y obtiene una imagen de sus huesos en una placa fotográfica.

La excesiva exposición a los rayos X produce puede producir quemaduras, por eso las radiografías exponen muy poco a los pacientes a la radiación, un dentista necesitaría tomar más de 2,000 radiografías a una persona para causarle algún daño. Pero los rayos gamma son otra cosa, siendo esta una radiación de onda más corta y más energética que los rayos X, una dosis de gamma (producidas por bombas atómicas) podrían matar a una persona en poco tiempo.

Todas estas radiaciones necesitan una fuente que las emita, nuestro sol emite radiación en todas las longitudes de onda, muchas de las que dañan a la vida son filtradas por la atmósfera.

Las estrellas que vemos en el firmamento son soles y también emiten radiaciones en todo el espectro electromagnético, pero cuando hablamos de estrellas tenemos que saber que estos soles se encuentran muy lejanos, por eso los vemos pequeños y poco brillantes. La distancia juega un papel importante en las radiaciones, pues la intensidad disminuye de acuerdo al cuadrado de la distancia desde donde se origina un rayo; en otras palabras, si usted tiene un bombillo de luz a 10 metros de distancia y lo aleja el doble de distancia de usted, a 20 metros, la luz que llega de él no se reduce a la mitad, sino a la cuarta parte. Si triplicamos la distancia, recibiríamos una novena parte de la luz de la bombilla, y así, hasta el infinito.



Por eso la radiación que nos llega del centro de nuestra galaxia es mínima, su intensidad se reduce siguiendo la Ley del Cuadrado de la Distancia, estamos a una distancia tan enorme del centro galáctico, que si viajáramos en una nave espacial a velocidad luz, nos tardaríamos alrededor de 26 mil años en llegar.

Lo mismo sucede con las Pléyades, también conocido como las 7 Cabritas, un cúmulo abierto de estrellas visible en las noches de fin de año en la constelación de Tauro, estas estrellas se encuentra a casi 450 años luz de nosotros, la distancia es tan grande que su radiación tampoco es motivo de preocupación.

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