lunes, 31 de enero de 2011

La luz, lo único que tenemos de las estrellas


Existen diversos tipos de luz y no todos pueden ser percibidos por el ojo humano y es paradójico que de muchos cuerpos celestes lo único que podemos captar es la iluminación que, por lo general, data de hace millones de años.
La luz es una onda electromagnética, una radiación que se propaga en el vacío y que viaja por cientos de miles de millones de kilómetros, hasta llegar a la Tierra para ser captada por nuestros ojos. Es toda la prueba que tenemos de los objetos lejanos: no podemos oler la galaxia de Andrómeda ni tocar la nebulosa de Orión. Para entenderlas y conocerlas, lo único que tenemos a la mano es su luz.
Pero la luz posee ciertas particularidades, una de ellas es que no toda la luz que existe podemos percibirla con nuestros globos oculares. Hay “tipos” de luz relacionadas con una escala de su onda; gracias a su longitud puede ser catalogada como algo que la ciencia llama espectro electromagnético. Es allí donde caben esas diferentes luces desde la onda de radio (sí, la que sirve para escuchar música en su estación preferida), microondas (para cocinar), rayos infrarrojos (que le dejan ciego), luz visible (la que usted percibe diariamente), rayos ultravioleta (con la cual se broncea en la playa), rayos X (para las radiografías) y rayos gamma (increíblemente venenosos).

Los astrónomos, los científicos que se dedican a escrutar el Universo profundo, utilizan los diferentes tipos de luz para adquirir conocimientos y buscar respuestas acerca de él.
Lo mismo pasa para nosotros, ya que lo único que podemos percibir de la Luna es su luz. Claro, no es su propia luz sino la que refleja de una estrella muy cercana: el Sol.
Y el Sol, que aparenta ser tan grande, en realidad es una mediocridad comparado con otras estrellas del Universo. Lo vemos así porque está muy cerca y evidentemente es mucho más grande que nuestro planeta. La luz que procede del Sol tarda en promedio ocho minutos en viajar desde la superficie solar y llegar a nuestro planeta. Si lo comparamos con el segundo que se tarda la luz de la Luna en llegar, eso es una barbaridad.
Cada objeto estelar tiene una distancia que se puede traducir a la velocidad de la luz, la cual es de unos 300 mil kilómetros por segundo. Así que sabemos que el planeta Venus se encuentra a unos 11 minutos luz y Júpiter aproximadamente a 50 minutos luz. Eso significa
que cada vez que vemos directamente a Júpiter en realidad estamos viendo el Júpiter de hace 50 minutos. Estamos viendo el pasado.
Los nueve planetas del Sistema Solar constituyen nuestra vecindad. Aunque nos parezca que están a distancias enormes, si lo comparamos con el espacio interestelar no es nada. Un ejemplo es la nebulosa de Orión, que se encuentra a unos mil 500 años luz, y la galaxia de Andrómeda a dos millones de años luz… una nada si pensamos en el Quasar 3c273, ubicado a unos dos mil millones de años luz de la Tierra.

Imágenes
Imágen superior: Espectro de Sirio
Imágen inferior: Espectro de la Nebulosa de Orión
Fotografías tomadas por el Dr. Francisco Sansivirini, Asociación Salvadoreña de Astronomía

lunes, 24 de enero de 2011

Betelgeuse seguramente no explotará en el 2012

 
 
Betelgeuse es una estrella, y es relativamente fácil de distinguirla en cualquier punto del planeta (excepto en el polo sur), es una gigante roja, y se denomina Alfa Orionis, pero visualmente se observa con menor magnitud que su compañera de constelación Beta Orionis -Rigel- porque emite muchísima más radiación que Rigel, pero dicha radiación se va más al infrarrojo que al visible. 
Es un astro viejo y enorme, ubicado a 700 años luz de nosotros, si la colocáramos sobre nuestro sistema solar en el puesto de nuestro sol, su superficie llegaría hasta la órbita de Marte. Ha consumido una buena cantidad de su hidrógeno y segundo a segundo su combustible va reduciéndose, así que pronto y conociendo su masa, explotará y se convertirá en una supernova. ¿Cuándo?, nadie lo sabe, pero podría ser en algún momento de los siguientes cien mil años o quizás un millón de años, en el tiempo cósmico los milenios son segundos.
En los últimos días se hizo famosa la noticia que en el 2012 explorará Betelgeuse, una noticia  absurda, principalmente porque en el remotísimo caso de hacerlo, la luz no nos llegará sino hasta dentro de 700 años.
Es muy difícil calcular la fecha precisa la explosión de una supernova, aun es difícil saber si un volcán hará erupción, con cientos de volcanes que han sido observados, es absolutamente aventurero dar fecha y hora de la erupción, ahora imagínense con una estrella.
Sabemos el diámetro de Betelgeuse se ha reducido en cierta proporción durante los últimos años, existe un mecanismo interno de la estrella que desconocemos, aunque se manejan varias hipótesis no hay por ahora una explicación clara de lo que ocurre en su interior.
En todo caso la noticia se ha vuelto en una cadena de mentiras que se encuentra publicándose en varios medios de comunicación global, indicando que el 2012 se observarán las noches con dos soles. Dicha noticia fue una descontextualización del trabajo del astrónomo Brad Carter Senior Lecturer of Physics de la Universidad  Southern Queensland.
Desde la tierra hemos observado algunas supernovas y no ha pasado nada, se observó una en el 1054 que fue el origen de la Crab Nebula en Tauro, otra en noviembre de 1572 que observó Tycho Brahe en Cassiopea visible a simple vista por eso se llama Supernova Tycho, otra fue la supernova de 1604 que la observó Kepler en octubre de 1604 y la Supernova 1987A en las nubes de Magallanes. Desde esa fecha no hemos visto otra "cercana", pero han ocurrido en otras galaxias.
Las distancias estelares son enormes, en el remotísimo caso que en nuestra insignificante vida observáramos explotar a Betelgeuse no ocurriría nada a la tierra, la explosión y la intensidad de sus radiaciones disminuye con el cuadrado de la distancia de Betelgeuse.
No se lo crea,  los mayas no tienen nada que ver con Betelgeuse, tampoco la payasada de Nostradamus lo tiene, a menos que los comerciantes de falacias “reinterpreten” alguna de sus tantas “profecías” y nos salgan con una nueva tontería. 

sábado, 22 de enero de 2011

Arqueoastronomía 1: Soles Culturales


Cuando los primeros rayos de Sol se cuelan entre las nubes mañaneras, asumimos que otro día ha comenzado y emprendemos nuestras faenas diarias casi de forma automática, por que consideramos que “así es”, es lo “normal” y damos por sentado que nuestro trabajo se traduce en una fuerza invisible que abona a nuestra economía personal y  prepara un porvenir positivo a la sociedad.
 El sustrato moderno es expresado ya sea como la edificación de filosofías positivas que le dan a la población siete pasos para construir gente altamente eficiente, sin olvidarnos de las presuntuosas carreteras de cuatro carriles que se cimientan sobre cientos de cadáveres forestales. Ahí, dentro del centro comercial inanimado o del buhonero pirata que asalta un espacio a la incapacidad municipal hemos olvidado nuestra coexistencia al antiguo pasado indígena.
Esa fibra que nos enlaza a un pasado, que ahora es brumoso y perdido por las ideas republicanas, estatales y globales, nos han hecho creer que nuestro actual mundo de las ideas es el correcto.
Pero en algo tan concreto como la continua salida del Sol, nos damos cuenta de la diversidad cultural e histórica al cual estamos expuestos. Este evento que marca el ciclo de luz y oscuridad natural no siempre fue visto como el inicio de un tiovivo de trabajo en beneficio a una economía. En algunos pueblos; como el mexica (popularmente conocido como azteca), la salida del Sol no era un evento invariable, no se tenia la certeza de que al día siguiente nuestra estrella surgiría nuevamente del horizonte y por ello era obligatorio recurrir al sacrificio, y de esa forma auxiliar al sol naciente a sobrevivir en su eterna pugna contra las fuerzas de la noche y contra el astro nocturno, la Luna.
El sacrificio azteca era una obligación cósmica, la sangre humana era el único medio para alimentar al Sol y darle fuerzas para su salida, no tenemos ninguna comparación moderna para describir como los aztecas percibían lo sagrado de ofrendar la vida para ser parte de un alimento solar.
En algún momento los mayas consideraron que el Sol era uno más de varios soles que habían sido extintos, el nuestro era el quinto y su existencia estaba íntimamente relacionada a la humanidad, si este se salvaba, entonces la humanidad no moriría.
Los Egipcios imaginaban al Sol navegando durante la noche sobre un barco, atravesando un río subterráneo, que lo hacia viajar por el bajo mundo. En otros pueblos africanos el Sol brillaba por que su madre lo había premiado por el pudor y recato que mantuvo al observarla bañándose desnuda en un río. En algunos pueblos nórdicos el Sol montaba un carruaje tirado por caballos, y este era femenino, nos cuesta entender la idea de un Sol Mujer; sin embargo, vemos que los pueblos crean diferentes conceptos de un solo objeto de acuerdo a su cosmogonía y a las necesidades propias de su cultura, muchas veces la concepción de el Sol esta ligada a un mito que fortalece ciertos roles en la sociedad o posturas políticas dentro de círculos de poder.
Nuestra visión moderna de el Sol nace cuando un griego llamado Anaxágoras, intenta describir al Sol como una bola de hierro fundido, debido al estudio de un meteorito que se creyó que provenía de este, diferentes creencias se manejaron en occidente, hasta que Galileo Galilei descubrió a principios del siglo XVII que el Sol tenia manchas y que no era una bola perfecta como se creía, este descubrimiento influyo a todo el mundo europeo revolucionó el pensamiento hasta formar todo un movimiento intelectual orientado a la descripción material de los fenómenos naturales, todo esto aunado a los cambios económicos y tecnológicos posteriores llegó finalmente hasta nosotros. Es así, como para nuestra sociedad que depende de otros mitos el aparecimiento del Sol en el horizonte únicamente marca el inicio de una jornada económicamente productiva y sobriamente lucrativa.

martes, 18 de enero de 2011

La aventura apenas comienza

En el tango Volver, Carlos Gardel decía “Veinte años no es nada”, sucede que veinte se dice fácil, aunque si lo pensamos, es toda una vida.
Hoy, hace dos décadas se fundó la Asociación Salvadoreña de Astronomía, organización de la cual me enorgullezco en pertenecer,  me hice miembro pocas semanas después de la fundación, cuando el incipiente grupo de observadores realizaba una serie de conferencias en el desaparecido Auditórium de CAESS.
Entonces yo era un curioso adolescente y la totalidad de los socios doblaban o triplicaban mi edad, a pesar de ello el ambiente siempre fue jocoso, y me acoplé tan bien en el grupo, que todos estos “señores grandes” han terminado siendo grandes amigos; y tengo que aceptarlo, han sido figuras paternales en la formación de mi persona.

Para cuando se fundó ASTRO ya tenía algunos años interesado en las estrellas; un amigo de mi familia, el Dr. Roberto Cuellar me había regalado un telescopio (un TASCO 4,5” que aun conservo), el día que lo fui a traer a su clínica, me lo dio sin la montura, tenía que esperar a que lo buscara en su casa de campo para poder completar el equipo.

Como se imaginan, no pude esperar ni un tan solo día la famosa montura para observar, esa misma tarde, como pude sosteniendo el telescopio con una mano y sentado en el automóvil de mi madre, observé a un brillante lucero que adornaba la tarde; era Júpiter, pero no tenía forma de saberlo, en una época pre-internet conseguir la simple posición planetaria era imposible, tampoco poseía software astronómico que me ploteara la bóveda celeste; para ser sincero, vivía en la edad media.
Con dificultad puse mi ojo en el ocular, y por un momento alcance a observar al planeta antes de perderlo por el movimiento de mis manos, recuerdo el impacto de ver el enorme mundo gaseoso, con sus cuatro lunas jovianas en órbita, quería gritarle a todo el mundo lo que había visto, desde entonces me capturó con más fuerza el cielo, y la noche siguiente estuve puntual esperando el atardecer.

Desde entonces espero con ansias las noches despejadas y sin luna.

He sido testigo de eclipses solares y lunares, asteroides que eclipsan estrellas lejanas, he visto quásares, estrellas novas eruptivas, todos los planetas del sistema solar, eclipses lunares en otros planetas, me he quedado pasmado ante la belleza de los cúmulos globulares, he visto nebulosas planetarias en forma de anillos o burbujas, colas cometarias que cortan la mitad del cielo, he visto planetas que transitan frente al sol, explosiones de plasma solares, miles de meteoritos entrando a nuestra atmosfera, he descubierto templos mesoamericanos orientados a puntos astronómicos descifrando códigos secretos que han estado olvidados por diez siglos, he visto como las galaxias colisionan unas con otras, como los restos de estrellas que han muerto desparraman todo su interior en el espacio dejando dentro una estrella de neutrones  rotando 30 veces por segundo, en mis ojos han llegado fotones que han viajado por dos mil doscientos millones de años atravesando todo el universo, tan solo para que los vea, para darle sentido al universo….
Es cierto, veinte años no es nada,  la aventura apenas comienza.

viernes, 14 de enero de 2011

Astronomía y Astrología


El problema astrológico nace desde su impreciso origen “revelador”, es imposible que la posición de un planeta interfiera en una relación o una personalidad, dado que ambas están basadas en aspectos culturales o sociales. Un fracaso amoroso, un desastre económico y un desacierto deportivo no es responsabilidad de un cuerpo celeste, es responsabilidad absolutamente de usted.

Nuestra imagen del universo ha sido construida lentamente, cada generación ha colocado un bloque de inteligencia, matemática y filosofía. Hemos olvidado cuando comenzamos a estudiar los cielos, la verdad es que nos ganó la curiosidad por entender esas lejanas luces que brillan en el firmamento, con ello hemos explicado la realidad.
Debido a que muchos fenómenos estelares aparentan ser cíclicos (la salida del sol, las fases de la luna, los eclipses) con un poco de matemática fue relativamente sencillo romper el código cósmico y en poco tiempo, mientras nuestra primeras ciudades se levantaban en Mesopotamia, ya llevábamos la cuenta de los eclipses en tablas de barro.
De hecho, nuestras primeras culturas utilizaron la astronomía para establecer las épocas de cosecha, asimismo nos sirvió para orientarnos en los lejanos mares del sur e ir colonizando cada isla del pacífico.
La astronomía es una de las más antiguas ciencias; y claro, mezclamos el estudio de las estrellas con nuestras religiones, los cielos fueron un enorme lienzo en donde se contaron increíbles historias de héroes, villanos, cosmogénesis y animales fantásticos, algo que gracias a la contaminación lumínica hemos olvidado.
Mientras la comprensión de los ciclos estelares y nuestra matemática se perfeccionaba, creímos que lo que ocurría en el cielo tenía de alguna forma implicaciones en nuestras pequeñas vidas. Es tan obvio como creernos que nosotros somos los principales participantes de esta obra teatral cósmica, se llama antropocentrismo.
Interpretamos los movimientos de los planetas en nuestro destino, inventamos a la astrología, la cual es la creencia que pretende conocer y predecir el destino del humano basado en la interpretación de los cielos.
No es algo del pasado remoto, en nuestra época de naves espaciales, Internet, celulares y computadoras, un amplio margen de la población cree que las alineaciones planetarias, eclipses y cometas traen desgracias o al menos influyen de una u otra forma en la historia personal.
Actualmente se publican en todo el mundo miles de secciones astrológicas, secciones comúnmente conocidas como “horóscopos”, estos aparecen indiscriminadamente en periódicos y revistas, en los últimos años incluso puede consultarse fácilmente el horóscopo en Internet. Es más fácil obtener un libro de “Su destino y el zodíaco” en una librería, que un tratado de física moderna, un libro de arqueología o una revista de historia, evidentemente el mercado astrológico es exitoso.
Y de su éxito dependen miles de astrólogos, que día a día “aconsejan” a otros miles de personas sobre su proceder en cuestiones de amor, salud y negocios.
La astrología se basa en la posición de los planetas y el Sol respecto a una franja imaginaria de la esfera celeste, llamada zodíaco (por donde pasa la eclíptica), se supone que dichas posiciones influyen en nuestro diario vivir, o que se ha marcado el destino de por vida en el momento de nacer, es así que si el sol se encuentra en una constelación zodiacal en el momento de nuestro nacimiento, seremos de tal signo y nuestra carácter será de cierta manera.
El problema astrológico nace desde su impreciso origen “revelador”, es imposible que la posición de un planeta como Venus interfiera en un matrimonio, las relaciones entre personas están basadas en aspectos culturales y sociales.  Un fracaso amoroso, un desastre económico y un desacierto deportivo no es responsabilidad de “La mala influencia de Saturno”,  sino de instantes sociales en los cuales cada persona tiene alta responsabilidad. Es un absurdo antropológico considerar tan solo doce tipos de personas en el mundo, en el pasado y el futuro.
El efecto de la presesión de los equinoccios, que logra producir un movimiento en el eje de rotación de la Tierra ha metido en más aprietos a la Astrología, simplemente por que “los signos” no concuerdan con la realidad, existe un corrimiento del recorrido aparente que hace el Sol en el firmamento, de esa forma una persona que nació Virgo, realmente es Leo. La misma presesión  equinoccial ha hecho que entre Sagitario y Escorpión el Sol ingrese casi por 23 días en la constelación de Ofiuco (el serpentario) y de ahí el desfase.
La Astrología es un buen negocio, y esta divorciada de una cosmogonía antigua, se presenta, eso sí, como un conocimiento antiguo, lo único que logra la astrología es ejercer su poder en el dominio de las personas, muchas veces controlando su bolsillo; el cual, sin ninguna duda es su principal cometido.

lunes, 10 de enero de 2011

Sabores cósmicos: Los Neutrinos.

En el preciso momento que usted lee estas líneas, millones de partículas subatómicas provenientes del Sol traspasan nuestro planeta, ni la roca más sólida ni el mejor acero puede detenerlas, nada se interpone en su camino; de hecho, aunque usted es inconsciente de ello un número considerable de estos corpúsculos atraviesa en este mismo momento su cuerpo.
En el mundo de la física, estas partículas se les conoce como Neutrinos, un nombre que representa a una partícula que en realidad es un fantasma cósmico.  Son producidos en el corazón de las estrellas. Y su aparecimiento esta asociado a las gigantescas reacciones nucleares que ocurren en el interior de las estrellas, por ese motivo los astrónomos han estudiado estos misteriosos corpúsculos para intentar construir un modelo de reacción estelar y solar. Siendo el Sol una estrella como otras en el universo, el estudio de los neutrinos solares tiene una importancia fundamental para la comprensión de sus procesos internos y como estos pueden afectar a nuestro planeta.
Los Neutrinos fueron descubiertos de manera teórica en 1930 por el físico Wolfgang Pauli, cuatro años después fue confirmada su existencia gracias al trabajo de Enrico Fermi.  Él calculó que una de estas partículas podría atravesar una pared de plomo de un año luz de espesor  y nunca chocar con un átomo. Sin embargo la teoría también advertía que en algún momento de su recorrido estos corpúsculos pueden interactuar con la materia y generar una huella que podría ser analizada por los astrofísicos.
El avance de la tecnología dio pie a construir detectores de Neutrinos, aunque los equipos son muy costosos y delicados, al menos una docena de Neutrinos son detectados en el transcurso de varios meses por los observatorios. Dichos observatorios están ubicados lejos de las ciudades, tratando de escapar de las radiaciones que puedan afectar los equipos de detección, por ello se encuentran bajo la superficie terrestre. Se han utilizado  antiguas minas que  son inundadas con agua pura donde censores lumínicos son colocados en las paredes de la mina, cualquier neutrino que choque con una molécula de agua es rápidamente detectada como un suave destello por las computadoras del observatorio.
El estudio del neutrino solar nos muestra una huella inmediata de los procesos  que ocurren actualmente dentro del Sol, los neutrinos salen del núcleo de nuestra estrella y llegan a la tierra ocho minutos después de ser constituidos, a diferencia de las partículas de luz (fotones) que toman casi un millón de años en viajar desde el núcleo de la estrella hasta su superficie.
Por ello, algunos científicos calcularon la cantidad de Neutrinos que debería de producir cada momento el Sol, al tratar de  corroborar dicho dato con la realidad el astrofísico Raymon Davis se topó que los detectores de neutrinos de su observatorio, contabilizaban estadísticamente menos Neutrinos de los que en teoría el Sol producía. ¿Que ocurría?,  ¿Había algo malo con nuestra estrella o la teoría estelar estaban equivocada?.
Es así como la cantidad faltante de neutrinos solares dio como resultado una de las búsquedas más asombrosas de la astrofísica. Se teorizó que probablemente los Neutrinos cambiaban su estado quántico a otros tipos de estado, este cambio lo denominan bajo el término de “oscilación”  y cada estado es denominado “sabor”. Es así que por algún motivo desconocido los neutrinos cambiaban su “sabor” reduciendo el número detectado en los observatorios.
El problema fue resuelto a mediados de los años noventa por el Observatorio Nacional de Sudbury en Canadá, localizado en una mina de níquel, (imagen superior), ese detector utiliza sensores lumínicos supersensibles. Inicialmente los pozos eran llenados con percloretileno, un líquido empleado frecuentemente en tintorería. Actualmente se utiliza agua pesada agua formada con átomos de hidrógeno pesado, esto es, con los isótopos deuterio (llamada en ese caso óxido de deuterio) o tritio (llamada óxido de tritio).
Ahí se comprobó después de una observación de casi 241 días que los neutrinos efectivamente podían cambiar de “sabor” al intervenir con las moléculas de aire de nuestra atmósfera.
Sin embargo, este descubrimiento no solo comprobó el número exacto de neutrinos solares, sino que también le sugirió a los físicos que esta partícula posee una masa cercana a cero.

sábado, 8 de enero de 2011

Planeta uno

"La noche es fría, oscura y larga, desde hace tiempo la temperatura bajó hasta los –180 grados centígrados, vemos hacia el horizonte y apenas notamos un lejano reflejo, señal inequívoca de una leve y difusa atmósfera; casi imperceptible, de apenas unos cuantos átomos de gases inocuos rondando por la superficie. Gases que sin ninguna piedad escapan al espacio a gran velocidad. Vemos la superficie y nos damos cuenta que esta es completamente desértica, estéril, tachonada de polvo, piedras y cráteres.  Si nos quedáramos lo suficiente, veríamos la llegada del amanecer como el aparecimiento de un gran globo brillante desencadenador  del calor más cruel que jamás imagináramos; pocas horas después de romper el día, el termómetro marcaría los +430 Grados Centígrados, y la superficie sería bombardeada por colosales emisiones electromagnéticas provenientes del Sol, radiaciones nocivas dado que la ligera atmósfera es demasiado débil como para detener los rayos solares".

La escena anterior es la representación de un día normal en Mercurio, un planeta pequeño, rocoso y huidizo, dado que se encuentra muy cerca del Sol los astrónomos durante siglos tuvieron enormes problemas para observarlo, los griegos hicieron registros de Mercurio hacia el año 264  a. C.; Sin embargo, llegaron a la conclusión de que se trataba de dos planetas diferentes, por lo que lo bautizaron con dos nombres distintos,  era llamado Apolo cuando aparecía como lucero de la mañana y Hermes cuando se lo veía por la tarde. Con el tiempo los romanos unificaron a Hermes y Apolo bajo el nombre de Mercurio.
No fue sino hasta Marzo de 1974 que se observo con relativo detalle al planeta, cuando la nave espacial Mariner 10 lo orbitó y tomó fotografías de la superficie; Se descubrió que   Mercurio no era muy diferente a nuestra luna, y que de igual forma esta lleno de cráteres, las fotografías revelaron una gigantesca cuenca, llamada Cuenca Caloris de unos 1300 Km. de diámetro, se supone que este accidente es la cicatriz de un antiguo impacto de un asteroide o cometa. Este impacto posiblemente es el responsable del aparecimiento de una extraña formación montañosa al lado opuesto del planeta.
Después de Plutón, Mercurio es el más pequeño de los planetas terrestres y aparentemente es muy denso, unos 5,43 gr/cm3, siendo un 80% de su masa consistente en un núcleo de hierro, ostenta apenas 4.879 km de diámetro en el ecuador, debido a su tamaño hace que tenga una masa de un 6% la de la Tierra, con una gravedad superficial equivalente a no más de un 38% de la existente en nuestro planeta. Una persona que pese 150 libras. en la Tierra, pesaría en Mercurio únicamente 57.

MARINER 10 y MESSENGER
La nave Mariner 10 fue lanzada por NASA el 3 de noviembre de 1973, y su misión principal era la exploración de Venus y Mercurio, con 952 libras de peso contenía dos cámaras gemelas que grababan digitalmente las imágenes para luego ser enviadas a la Tierra utilizando una antena. Poseía una serie de instrumentos para detectar emisiones ultravioletas e infrarrojas, como también un detector de plasma solar.
El 5 de febrero de 1974 llegó a la orbita de Venus y el 29 de Marzo a Mercurio, con Mariner 10 los ingenieros de NASA lograron practicar lo que hasta ese momento era la novedosa técnica de utilizar la gravedad de los planetas para impulsar una nave espacial.
En el año 2004 se envió hacia Mercurio la sonda Messenger, que espera arribar el marzo de 2011, se espera que la misión dure un año. Aqui pueden encontrar un link hacia el sitio de NASA Messenger.

martes, 4 de enero de 2011

Fotos del eclipse parcial de sol

Desde Holanda el astrónomo aficionado Robbert Jan Westerduin tomó esta fotografía del eclipse parcial de sol.


Otra imagen por Rob Kantelberg de Holanda.

Pueden encontrar otras imágenes en spaceweather.com

domingo, 2 de enero de 2011

Eclipse Parcial Solar 4 enero 2011

El primer eclipse solar del año 2011 se observará en gran parte de Europa, Africa del Norte y Asia central, será un eclipse parcial del sol, significa que la luna no ocultará completamente al sol, es decir, no habrá totalidad.
La sombra penumbral primero tocará la superficie terrestre en el norte de Argelia a las  06:40:11 hora universal (UT). Como la sombra viaja de este, Europa occidental se tratará de un eclipse parcial a la salida del sol en Madrid se observará en un 57.6%, París 73.2%, Londres 74.7%, y Copenhague 82.6%,  dará a los madrugadores una excelente oportunidad para fotografiar el eclipse de sol con un paisaje plano interesante.
Mayor eclipse ocurrirá en 08:50:35 UT en el norte de Suecia, donde el eclipse en el horizonte tendrá una magnitud de 85.8%. En ese momento, el eje de la sombra de la Luna (la totalida) pasará a sólo 510 kilómetros por encima de la superficie terrestre. La mayor parte del norte de África, Oriente Medio y Asia Central también se encuentran en el camino de la penumbra de. Los ciudadanos de El Cairo observarán el eclipse parcial con una magnitud de 55.1%, Jerusalén 57.4%, Estambul 71.3% y Teherán 50.7%.
Una puesta de sol eclipse será visible desde el centro de Rusia, Kazajstán, Mongolia y el noroeste de China. El eclipse parcial termina cuando la penumbra deja Tierra a las 11:00:54 UT.
Este es el 14 eclipses de Saros 151. La familia de este eclipse constituye una serie de 18 eclipses parciales que comenzaron desde 1776 y terminará hasta 2083. Pero toda la serie que abarcan 1280 años posee 26 eclipses parciales, 6 anulares, 1 hibrido y 39 totales. La serie Saros 151 terminará el 1 de octubre de año 3056.
El siguiente eclipse de esta serie saros 151 se observará en Norte América y Centroamérica el 14 de enero de 2029, pueden ver el mapa aquí.