domingo, 15 de julio de 2007

El derecho a ver las estrellas

La semana pasada un amigo de Ushaía, la ciudad más austral del mundo se quejaba en su blog de la terrible contaminación lumínica que sufre su ciudad. Algo que está aquejando más fuertemente en la última década a todas las ciudades del mundo. La contaminación lumínica es colocar lámparas de casas o del alumbrado público de forma tal que la luz se escape y se desperdicie alumbrando el cielo, reduciendo el brillo de las estrellas y afectando a una gran cantidad de aves migratorias y nocturnas que sufren por que a los humanos se nos ocurrió transformar la noche en día. Descontando los millones de dólares que se desperdician alumbrando el espacio.
Es contradictorio, hemos vivido y desarrollado mitologías, cuentos, leyenda, arquitectura, mecánica, matemática y ciencia viendo el cielo sin la molesta luz de las calles y avenidas, la falsa idea que la seguridad ciudadana es mejor mientras más iluminado esté la calle, es tapar el sol con un dedo, los problemas sociales no son proporcionales a la cantidad de lumiarias que tienen una ciudad. En todo caso, los ladrones y criminales también operan a la luz del día y del mismo modo no andan por los aires, por ello, es necesario adecuar nuestras luminarias hacia donde tienen que alumbrar; al suelo.
Parece que el lío de iluminar derrochando energía y contaminar surge desde el inicio del foco o bombillo eléctrico, ya Thomas Edison se dio a la tarea de iluminar con cientos de lámparas la Pear Street en Nueva York, junto a su planta eléctrica, evidentemente lo que Edison trataba de hacer era llamar la atención de la nueva maravilla tecnológica.
El problema surge cuando la promoción se transforma en un símbolo del progreso, que somos progresistas y desarrollados mientras más lámparas tengamos en las calles y avenidas. Una cosa lleva a la otra, en pocas décadas tenemos noches que no son completamente oscuras, y mucho menos podemos conciliar el sueño debido a que la oscuridad no es completa.
Gracias a esto nuestra forma de dormir a cambiado en los últimos cien años, mucho más si extendemos esta comparación hacia la antiguedad, estamos durmiendo menos, y nuestras habitaciones no son del todo oscuras, un gran problema para nuestro cerebro el cual que necesita sintetizar la melatonina, una hormona que surje a partir de un neurotransmisor llamado serotonina, la cual sirve para la fisiologia cardíaca, y tiene actividad directa en los tejidos de la retina, el hígado, los riñones, la tiroides, el páncreas, etc..resulta que la melatonina deja de sintetizarse con la luz, incluso si esta es muy tenue. Consideremos que nuestro organismo evolucionó por millones de años sin el supuesto que por la noches, a la hora de dormir tendríamos luz artificial.
Como ven, la contaminación de luz no solo no nos deja ver las estrellas, tambien afecta la salud.
En el mes de abril de 2007 en la Palma, Islas Canarias, un buen grupo de científicos, frente a representantes de la UNESCO y de la Unión Internacional de Astronomía emitieron una declaración en defenza del cielo nocturno, el cual declara en el primero de sus apartados: "El derecho a un cielo nocturno no contaminado que permita disfrutar de la contemplación del firmamento, debe considerarse como un derecho inalienable de la Humanidad, equiparable al resto de los derechos ambientales, sociales y culturales. La progresiva degradación del cielo nocturno ha de ser considerada como un riesgo inminente que conlleva la pérdida de un recurso fundamental....Ha de promoverse el uso racional de la iluminación artificial, minimizando el resplandor que provoca en el cielo y evitando la nociva intrusión del exceso de luz sobre los seres humanos y el medio natural. Esta estrategia implica un uso más eficiente de la energía en consonancia con los acuerdos sobre el cambio climático y la protección del medio ambiente"
No puedo estar más de acuerdo.

Otras organizaciones que luchan por los cielos oscuros:
Dark Sky
Light Pollution
Globe at night

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